Esta mañana, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, participó en un nuevo seminario OCDE, moderado por el director de Educación de la OCDE , Andreas Schleicher, donde se analizó el caso de Chile frente al regreso presencial a clases en el contexto de la crisis sanitaria por Covid-19.
En la oportunidad, Figueroa compartió con Daniela Trucco de la Comisión de Asuntos Sociales de la División de Desarrollo Social de Cepal y Nathalie Nikitenko, directora de la Delegación para Relaciones Europeas e Internacionales de Francia, quienes profundizaron en las similitudes y diferencias que existen entre el país y Francia, además de otros ejemplos internacionales.
Cómo Chile gestionó el cierre y la reapertura de escuelas durante la pandemia
“Lecciones para la educación de Chile: cómo Chile gestionó el cierre y la reapertura de escuelas durante la pandemia” comenzó con una breve introducción de Schleicher y el ministro de Educación quien detalló los tres pilares que caracterizan este proceso. Además destacó algunas de las medidas que se crearon para continuar con los procesos de aprendizaje de más de 3.2 millones de estudiantes. Entre ellas se cuentan la plataforma Aprendo en Línea del Mineduc y la creación del canal educativo, TV Educa que llega a aproximadamente, 80% de los hogares del país. “La estrategia chilena frente a la pandemia respondió a tres aspectos fundamentales: cómo respaldar la educación a distancia; cómo reabrir las escuelas cuando se cuente con las condiciones sanitarias necesarias y cómo aprender de este contexto y las consecuencias que traerá a mediano y largo plazo”, agregó el secretario de Estado.
Retorno voluntario a clases
Durante la presentación, Schleicher destacó que “el caso de Chile contiene ciertos elementos que son comunes a otros países, pero también tiene factores novedosos, como la reapertura voluntaria de las escuelas, tanto para las escuelas como para las familias, lo que es inusual para otros países OCDE”. Por su parte, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, fue enfático al señalar el gran impacto que genera la suspensión en las brechas de aprendizaje y el ausentismo escolar. En cuanto a la voluntariedad, el vocero de gobierno señaló que “fue necesaria para entregar mayor seguridad, voz y participación a las comunidades educativas”.
A su vez, tras la presentación de Nathalie Nikitenko, directora de la Delegación para Relaciones Europeas e Internacionales de Francia, se evidenció que tanto Chile como Francia han desarrollado diversas estrategias apoyar a las comunidades educativas con los procesos de aprendizaje a distancia, además de un trabajo de acompañamiento y capacitación docente para seguir apoyando la vital labor que han desarrollado durante la crisis sanitaria. En cuanto a una mirada más global sobre este escenario Daniela Trucco, representante de CEPAL declaró que “no toda la educación a distancia puede ser concebida en un contexto digital o usando internet, porque el promedio de la región es que más del 40% de las casas en Latinoamérica no cuentan con conexión a internet”.
Sobre los planes y desafíos que deberán enfrentar después de la pandemia, Figueroa agregó que “existen dos nuevas formas de entender lo que viene. Primero, la inversión en tecnología y la adopción de herramientas que no se estaban utilizando, las que hay que considerar como un apoyo al sistema presencial. También hemos aprendido que la flexiblidad es clave, no se puede innovar si no hay flexibilidad”.
