“Este año estamos duplicando el número de establecimientos que se sumarán al programa Escuelas Arriba. Para apoyar a sus docentes, hicimos un llamado a los profesores que están en el tramo Experto I y Experto II de la Carrera Docente para que realicen clases públicas demostrativas donde se muestren estrategias didácticas efectivas”. Con estas palabras el jefe de la División de Educación General del Ministerio de Educación, Raimundo Larraín, destacó la incorporación de los profesionales de la Red Maestros de Maestros, del Centro de Perfeccionamiento Docente, al Programa Escuelas Arriba.

La idea es aprovechar la experiencia y buenas prácticas de los docentes de la Red para que apoyen a sus pares de establecimientos insuficientes. Estos “maestros de maestros” realizarán clases prácticas enfocadas en la didáctica de los nudos críticos del currículum en las asignaturas de Lenguaje y Matemática de 6° básico y II° medio.

Estas serán realizadas con un curso real de estudiantes y serán observadas y analizadas por los docentes de los establecimientos que participan en Escuelas Arriba.

Clases públicas demostrativas

En 2020, 24 docentes de las regiones de Tarapacá, Biobío y Metropolitana que componen la Red Maestros de Maestros, realizarán en conjunto cerca de 50 clases públicas demostrativas a lo largo del país. En total, el Ministerio de Educación espera llegar con ellas a 250 establecimientos y 500 docentes. 

Escuelas Arriba tiene como fin apoyar a las escuelas categorizadas como insuficientes por la Agencia de la Calidad de la Educación y se inició en 2019, trabajando con 218 establecimientos que habían sido clasificadas en dicha categoría en tres años consecutivos. En 2020, Escuelas Arriba trabajará -con sus distintos componentes- en 490 establecimientos que han sido categorizados en dos, tres y cuatro ocasiones como insuficientes. En total, estos establecimientos cuentan con una matrícula de 125 mil alumnos.

El programa tiene tres componentes: nivelación de contenidos, mediante la entrega de recursos pedagógicos para las asignaturas de Lenguaje y Comunicación y Matemática, y la realización de clases demostrativas para la resolución de nudos en los aprendizajes; disminución del ausentismo escolar, ya que mejorar la asistencia produce un impacto inmediato en la mejora de los aprendizajes, y asesoría a equipos directivos por parte de la supervisión del Ministerio de Educación, con el fin de hacer sostenibles en el tiempo los procesos de mejora.