Romuald Normand: “EL DESARROLLO PROFESIONAL ES CAPAZ DE MEJORAR EL CLIMA DE LA ESCUELA”

En entrevista exclusiva con Revista de Educación, Romuald Normand, Doctor en Ciencias Sociales (Educación) de la Escuela de Altos Estudios de París y académico en Sociología de la Universidad de Estrasburgo en Francia, se refirió a la importancia del desarrollo profesional docente y su estrecha relación con el clima escolar.

Doctor en Ciencias Sociales (Educación) de la Escuela de Altos Estudios de París y académico en Sociología de la Universidad de Estrasburgo en Francia, Romuald Normand es coeditor de la prestigiosa colección Routledge “Studies in European Education”.

Según Normand -uno de los expositores del seminario “Gestión del Conocimiento y Clima Escolar: Desafíos a la Educación Secundaria”, organizado por el Departamento de Educación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile, la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Centro de Estudios de la Juventud de la Universidad Católica Silva Henríquez- el desarrollo profesional continuo es un factor fundamental para la eficiencia en los colegios. Eso sí, enfatiza que tiene que adaptarse a la realidad de los establecimientos, es decir, se debe trabajar a partir de su contexto, su historia y sus problemas. También plantea que las evaluaciones a los docentes deben contemplar autoevaluaciones articuladas en conjunto con los establecimientos. Destaca que éstas deben formular preguntas simples como: ¿Dónde estamos? ¿En qué estamos? ¿Hacia dónde vamos colectivamente? ¿Cómo sabemos si vamos progresando?

Para ello es necesario instalar un “amigo” crítico, quien acompaña a los docentes en el proceso de autoevaluación y ayuda al establecimiento a mejorar su proyecto educativo. Así, la autoevaluación se construye con los docentes, que son quienes día a día experimentan la práctica pedagógica y, de este modo, es posible diseñar un modelo de desarrollo profesional continuo en que se reconoce su experiencia, algo que según Normand es esencial.

La formación profesional docente, ¿por qué puede tener impacto en el clima escolar?

Nos hemos dado cuenta que los profesores que están actualmente en ejercicio son tan importantes como los que están llegando recién a las aulas, por ende, es importante poder movilizar toda esta fuerza de trabajo para establecer una reflexión conjunta y así mejorar el proyecto de transformación de la escuela. Sabemos que cuando se moviliza de manera colectiva a los docentes, ocurren cambios reales en los colegios y se mejora el ambiente en el establecimiento escolar. Cada profesor tiene una experiencia, un sentido de la realidad, que le permite contribuir a ese proyecto colectivo.

En ese contexto, el desarrollo profesional sí es una respuesta para mejorar efectivamente el clima de la escuela: los profesores aprenden a hablar entre ellos y a trabajar de manera conjunta, a compartir sus experiencias y aprendizajes, lo que incide en un mejor ambiente entre ellos y con sus alumnos y, por supuesto, en una mayor calidad de la eficiencia en el colegio.

Pero para que lo anterior sea posible, en su desarrollo profesional los profesores tienen que contar con el apoyo de un experto, que los acompañe en este proceso.

¿Qué características debe tener ese acompañamiento para lograr los resultados esperados?

El “amigo crítico”, es decir, la persona externa que acompaña a las escuelas a mejorar su proyecto educativo, es clave porque debe instalar la autoevaluación en el centro del trabajo. Y ésta debe realizarse en un tiempo lo suficientemente largo para que los profesores puedan reflexionar sobre el saber profesional que han adquirido, ponerlo en acción en el contexto pedagógico del aula y medir sus efectos.

Asimismo, esta autoevaluación tiene que ser descentralizada a fin de tomar en cuenta el contexto local del establecimiento escolar: su historia, su identidad, sus problemas a nivel colectivo.

A veces las autoevaluaciones corren el riesgo de ser poco autocríticas.

Justamente la meta es salir de esa falsa autoevaluación y a través del conocimiento acerca de lo que son las buenas prácticas pedagógicas, compartir ese saber con los pares, dialogar y discutir acerca del mismo, para que así emerja una cultura profesional nueva. Eso toma tiempo y exige el acompañamiento de esta persona externa a la que me he referido.

En Francia en el 2005 se creó una ley que autorizó a los establecimientos educacionales a experimentar e innovar para el mejoramiento del proyecto educativo, pero la clave para que esto funcione es la misma: un acompañamiento externo, la autoevaluación y el desarrollo profesional continuo. Y eso hicimos: acompañamos a los equipos de algunas escuelas y nos dimos cuenta que esto funcionaba, pues se construía diálogo donde antes no existía.

En relación con esto último, es importante destacar que es muy positivo realizar un trabajo en común entre varios establecimientos educativos; a veces, los profesores tienen dificultades en presentar los problemas que tienen en sus prácticas pedagógicas a los colegas con quienes trabajan todos los días, pero cuando se encuentran en otro establecimiento, donde las metas son diferentes, la palabra se libera. Por ende, el desarrollo profesional también es una formación en red de los establecimientos educativos, basada en la confianza, la solidaridad y la creación de proyectos interescuela. De ahí que podamos afirmar que el desarrollo profesional es pensar la práctica de manera colectiva y continua, ése es el factor para el éxito de los equipos pedagógicos.

¿Estas comunidades de aprendizaje pueden generarse a partir de sistemas de perfeccionamiento docente online?

Por supuesto. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son amplificadoras del mundo profesional. A través de la producción de saberes profesionales y de estas tecnologías, los docentes pueden intercambiar recursos, compartir sus prácticas e innovaciones pedagógicas. De hecho, el Ministerio de Educación en Francia creó en facebook una red de innovación para que los docentes puedan crear grupos de aprendizaje profesionales y así abordar temáticas y análisis de prácticas pedagógicas que les interesan.

En una frase, ¿su recomendación para un desarrollo profesional efectivo, que contribuya a mejorar los aprendizajes y el clima escolar?

Hay que hacer todo lo posible para que docentes y expertos puedan transformarse en acompañadores reflexivos críticos de otros profesores, que justamente están buscando soluciones de innovación, creatividad y mejoramiento de prácticas pedagógicas. No hay que olvidar que quien acompaña no debe ser un inspector controlador, sino alguien que ayuda a construir la autoevaluación con los docentes. Porque, insisto, para lograr el éxito de los establecimientos escolares se debe colocar la autoevaluación en el centro del trabajo educativo.